Acudí a Carolina porque necesitaba poner orden en mi vida, pero literalmente.
Mi casa parecía una leonera, comía mal porque no me organizaba con la compra y un pequeño monstruo de ropa vivía al lado de mi cama.
Carolina me orientó a transformar un problema que me parecía complicado en pequeños pasos para ponerle solución de manera sencilla.
A lo largo de 4 sesiones fui dándome cuenta de:
- que es mejor 10 minutos diarios de limpieza que pegarme la paliza el sábado
- que si tenía el menú semanal pensado hacer la compra era más fácil y
- que el esfuerzo de dejar cada cosa en su sitio merece la pena.
Y lo mejor de todo es que no me dijo lo que tenía que hacer y punto, sino que me fue guiando hasta que saqué mis propias conclusiones. Y además me llenó de motivación para lograrlo.
Genial!