Por un problema familiar asumí responsabilidades que no solo eran mías. Se convirtió en una carga pesada e individual que me hizo entrar en una dinámica en la que decir no me resultaba imposible.
Los demás se dejaban querer y descargaban su trabajo en mí como si fuera algo normal.
Entré en fase de queja continuada, cansancio físico y psíquico, y enfados conmigo y con los demás.
Decidí empezar con Carolina y descubrí para mi sorpresa que no era un sistema de consejos ni pautas a cambiar que te da un especialista. Es algo muy diferente y productivo.
Basándome en sus preguntas y mis respuestas me hizo darme cuenta de qué es lo que estaba haciendo mal.
Poco a poco fui haciendo cambios y hoy se decir NO cuando creo que es no.
Mis cambios hicieron que los demás cambiaran y el respeto llegó.
Conclusión: Ha sido de las decisiones mejor tomadas en mi vida. Gracias Carolina.